jueves, 4 de septiembre de 2014

PALENCIA


Rutas de montaña y senderismo en Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre

En el confín más remoto e inaccesible de la provincia de Palencia se levanta una espectacular, y casi desconocida, cadena montañosa. Sus picos y crestas, modelados en las duras y apretadas calizas de montaña, sobrepasan los 2.500 metros de altura y conforman un singular relieve a base de fantásticas agujas, impresionantes precipicios, altivos cantiles y profundos valles. También abundan en la zona los lagos de origen glaciar.

Dos importantes ríos tienen sus fuentes en estas montañas el Carrión y el Pistierga. El primero de ellos nace en el corazón más escarpado de la montaña y sus fuentes -la laguna de Fuentes Carrionas que da nombre a toda la comarca- están tan aisladas que incluso es posible descubrir en ellas las huellas de varias parejas de oso pardo. El Pisuerga brota en una zona -Fuente del Cobre- de más suavidad paisajística y en donde lo que predomina son los bosques caducifolios de haya y roble.

En la zona del norte de Palencia se concentra además uno de los mayores y más notables conjuntos de arte románico de todo el mundo.

Fuente Carrionas.
En la ruta por Fuentes Carrionas te encontrarás con los más altos picos de la Montaña Palentina: el Curavacas(con 2.525m.), el Espigüete (con 2.450 m.) y Las Lomas(con 2.451 m.). El nombre a esta zona se lo da el Río Carrión, que nace en la Laguna de Fuentes Carrionas. A la abundante agua de este río se suma la acumulada en los embalses de Camporredondoy Compuerto. La riqueza en bosques de roble y haya, las zonas de excelentes pastos, la cantidad y calidad de la pesca y caza están aseguradas en estos entornos.

A la cabeza de esta zona se encuentra la villa de Guardo, cruzada por el río Carrión. Tomándola como punto de partida podremosvisitar el Valle de San Quirce o el Alto de Torales, dejándonos impresionar por la belleza del paisaje. Visitaremos villas como Mantinos, Villalba de Guardo o Fresno del Río, pudiendo ampliar esta visita a poblaciones como Velilla del Río Carrión u Otero de Guardo, los dos Cardaños, Camporredondo, Alba, La Lastra, Rebanal de las Llantas, Resoba, San Martín de los Herreros, Santibáñez de Resoba, Triollo, Ventanilla, ... villas éstas cargadas de leyendas, arquitectura popular, fiestas y rica gastronomía, contando todas ellas con el marco incomparable del paisaje de montaña.

Vidrieros. Valle de Pineda.
Parte de este territorio ha sido declarado Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre - Montaña Palentina, ocupando el ámbito de protección del parque natural municipios como: Velilla del Río Carrión, Aguilar de Campoo, San Cebrián de Mudá, Cervera de Pisuerga, Triollo, Pollentinos, Brañosera, La Pernía, Castejón de la Peña y Dehesa de Montejo.

Fuente Cobre
Para llegar hasta el Valle de Redondo, salimos de Cervera de Pisuerga por la carretera CL-627 en dirección a Potes. Un kilómetro después de pasar el pueblo de San Salvador de Cantamuda, una carretera local nos lleva hasta Santa María de Redondo, punto de inicio de esta excursión.


Al final del pueblo, cruzamos un puente que salva el arroyo Lombatero y seguimos la pista que transcurre paralela a la escombrera de una antigua mina de carbón y que nos lleva a otro puente sobre el río Pisuerga. A partir de aquí el camino asciende dejando el río a la izquierda. Hemos de cruzar un puente más y pronto nos encontraremos con una bifurcación. Junto al cruce hay una señal que limita el acceso de vehículos.


Continuamos por la derecha (la pista que dejamos a la izquierda será por donde efectuemos el regreso), hasta la confluencia de dos valles. El Pisuerga recibe a nuestra derecha las aguas del arroyo de Tejedo. Sin cruzar el río, tras pasar por unas camperas, el camino, ahora apenas un sendero, asciende por el fondo del valle, cerca del río. Este es uno de los tramos más atractivos del itinerario. El sendero transcurre bajo un sotobosque de hayas, robles, acebos, avellanos, abedules y mostajos, a veces por el cauce seco de algún torrente.


Cuando por fin el camino abandone la espesura nos encontraremos de súbito con unas pequeñas cascadas y algo más arriba la Fuente del Cobre, coronada por las crestas de unos farallones calizos.



El regreso se puede efectuar por la misma ruta o por un sendero alternativo, bien marcado por el continuo trasiego de los visitantes, que parte de la misma boca de la cueva y que nos llevará por la ladera. Abajo divisamos el valle y a la izquierda hermosos bosques de haya.

Llegamos a una majada donde descansan las vacas. Desde aquí podemos disfrutar de una excelente panorámica de las cumbres de la Sierra de Peña Labra. Pasamos la majada y tomamos una pista que nos introduce enseguida en un bosque de roble por el que descendemos hasta encontrarnos con el camino por que hicimos la ascensión.


Distancia aproximada: 10 Km. (ida y vuelta). Desnivel: 400 m. Duración: 4-5 horas. Época: todo el año. En invierno y al comienzo de la primavera la nieve y el agua pueden dificultar el acceso.


Los lugares de nacimiento de los ríos suelen ser objeto de modernas peregrinaciones. Al natural deseo de conocer el origen de las aguas que sacian nuestra sed y la de nuestros campos y bañan nuestros pueblos y ciudades, se une el hecho de que los ríos nacen casi siempre allí donde la naturaleza se muestra más generosa, en entornos montañosos y espacios naturales de gran valor y belleza.


No podía suceder de otra forma con el nacimiento del Pisuerga, que a los citados encantos une el misterioso atractivo que otorga el surgir de una profunda cueva. En su origen, un humilde Pisuerga recoge las aguas navales de las montañas que rodean el idílico valle de Redondo, perteneciente al municipio de la Pernía. Valles de vocación ganadera y zona de tránsito hacia la vecina Cantabria, el origen de su población se remonta a las colonizaciones efectuadas por los primeros reyes leoneses en el inicio de la reconquista, allá en los albores de los siglos IX y X.



Tradicionalmente, Fuente del Cobre ha sido considerada como lugar de nacimiento del río Pisuerga. Sin embargo su verdadero origen está unos kilómetros más arriba, en las laderas del Valdecebollas (2.139 m.).

Las aguas recogidas por varios arroyos y pequeñas lagunas, se filtran por una sima en el sumidero del Sel de la Fuente, para surgir dos kilómetros más adelante por la boca de la cueva.
Esta ha sido explorada por varios equipos de espeleólogos. Para los interesados en el tema, Gonzalo Alcalde Crespo ha realizado una excelente monografía.


http://rutasgps.dip-palencia.es/r03/index.htm



LEYENDAS DE PALENCIA


La única ciudad española con un campo de golf en su casco urbano reúne una buena colección de misterios y leyendas en torno a sus edificios sacros y ofrece en el restaurante La Encina la mejor tortilla de patatas del mundo.

Misterios eclesiásticos y leyendas de Palencia
Uno recorre la Calle Mayor –el hilo conductor de Palencia–, la concluye en el parque El Salón, camina unos metros hacia la derecha, cruza el centenario Puente de Hierro sobre el río Carrión, camina otro poquito y se encuentra con la Isla Dosaguas y, sobre ella, un campo de golf . Nueve hoyos municipales a cinco minutos de la calle principal de la ciudad.

Es un buen comienzo para recorrer la Palencia más atípica, que estos días de mayo se decora con carteles de "Hay caracoles" en todos los bares. Es el alimento con el que se despide la primavera. Los mejores puede que sean los de Casa Cantabria (c/ Pedro Fernández del Pulgar), pero incluso en La Encina (c/ Casañé) la cocinera Cirina les hace un hueco en la barra junto a la mejor tortilla de patatas de España. O al menos así la ha considerado en tres ocasiones el jurado del Concurso Nacional de San Sebastián. El tapeo se completa con la morcilla de Fuenteandrino, un pueblo palentino de un habitante que es, claro, el que hace las morcillas. La sirven en Lucio y la venden en Peña (Plaza Mayor), una tienda de delicatessen.

Las esculturas urbanas son otra fuente de sorpresas. Por encima de todas (y de la ciudad) está el Cristo del Otero , de Victorio Macho. A sus pies existe un museo dedicado a este escultor palentino que ha sido reabierto en marzo tras un lavado de cara de todo el barrio: el Cerro del Otero. El artista tiene otra curiosa obra en la ciudad: El campesino (avenida Simón Nieto), una figura de 10 metros de altura pensada para ser situada en el Alto del León, en la sierra de Guadarrama, mirando a los campos de Castilla y que fue concluida por el palentino Luis Alonso, escultor de muchas de las obras modernas repartidas por la ciudad.

En Palencia son tan aficionados a las esculturas como a los paseos, lo que resumen las figuras gigantes de El Paseo, junto al puente Nicolás Castellanos, que representan a dos niños y sus padres. Por terminar con las esculturas, mencionemos tres de la Catedral : el Cristo de las Claras (del que se decía que le crecían el pelo y las uñas por su realismo y patetismo), la gárgola con la figura de un fotógrafo en el exterior (esculpida en una restauración a principios del XX) y la criada con coleta tras el altar mayor (dicen que tocarla da buena suerte).

En la Catedral se exhibe un borrón de colores sobre una tabla. Es un truco óptico que permite ver un retrato de Carlos V asomándose a un agujero en la madera. El juego, propio del siglo XVII, tiene hasta nombre: anamorfosis. Otra rareza es el mosaico de tema marinero en el Museo de Palencia, en la Plaza del Cordón. Se llama Océano y las nereidas y fue encontrado en la Villa Possídica de Dueñas, una de las villas romanas singularmente bien conservadas en la provincia junto con La Olmeda.

Por terminar con los temas religiosos, la iglesia de San Francisco cuenta con un túnel que la comunica con la Residencia de los jesuitas. La misma iglesia que se llena los domingos, a las 13 horas, para escuchar la homilía del padre Torres, amigo de Benedicto XVI y siempre dispuesto a dar un sermón llamativo.

En los alrededores de la plaza principal hay también dos de las tiendas más modernas e interesantes de la ciudad. La boutique Malizzia (Calle Mayor), en los bajos del palacio de Villandrando (la auténtica fachada de Palencia, obra cumbre del arquitecto Jerónimo Arroyo), une marcas poco conocidas y apreciadas y su situación en un edificio histórico. Por su parte, Adolfo Domínguez inauguró personalmente su tienda de la calle José Zorrilla , la más grande de Castilla y León y una de las más espectaculares de España, con una decoración de estilo industrial, con cemento y tubos a la vista. exterior (esculpida en una restauración a principios del XX) y la criada con coleta tras el altar mayor (dicen que tocarla da buena suerte).

En la Catedral se exhibe un borrón de colores sobre una tabla. Es un truco óptico que permite ver un retrato de Carlos V asomándose a un agujero en la madera. El juego, propio del siglo XVII, tiene hasta nombre: anamorfosis. Otra rareza es el mosaico de tema marinero en el Museo de Palencia, en la Plaza del Cordón. Se llama Océano y las nereidas y fue encontrado en la Villa Possídica de Dueñas, una de las villas romanas singularmente bien conservadas en la provincia junto con La Olmeda.

Por terminar con los temas religiosos, la iglesia de San Francisco cuenta con un túnel que la comunica con la Residencia de los jesuitas. La misma iglesia que se llena los domingos, a las 13 horas, para escuchar la homilía del padre Torres, amigo de Benedicto XVI y siempre dispuesto a dar un sermón llamativo.

En los alrededores de la plaza principal hay también dos de las tiendas más modernas e interesantes de la ciudad. La boutique Malizzia (Calle Mayor), en los bajos del palacio de Villandrando (la auténtica fachada de Palencia, obra cumbre del arquitecto Jerónimo Arroyo), une marcas poco conocidas y apreciadas y su situación en un edificio histórico. Por su parte, Adolfo Domínguez inauguró personalmente su tienda de la calle José Zorrilla , la más grande de Castilla y León y una de las más espectaculares de España, con una decoración de estilo industrial, con cemento y tubos a la vista.









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