jueves, 10 de noviembre de 2022

GUARDAMAR

                               

Buenos días amigos,

Hoy os contaré una excursión que disfruté de la mano del Museo Dámaso de Petrer, del que tengo el 

honor de ser socio de su grupo de seguidores y amigos.

Lo he disfrutado mucho y por eso lo comparto con vosotros.

En primer lugar visitamos las ruinas fenicias.

                                                    Ciudad portuaria La Fonteta




Es un enclave fenicio, al sur de la desembocadura del rio Segura, de los siglos VIII al VI, Conjunto Declarado Bien de Interés Cultural.

Han documentado una monumental muralla fortificada con calle perimetral y viviendas adosadas por su cara interna, así como barrios de casas organizados fuera de las murallas. Una de las ciudades fenicias más complejas y mejor conservadas del todo el Mediterráneo.




Se puede contemplar parte descubierta de la muralla, pero aún queda mucha por descubrir debajo de las dunas( unas 10 hectáreas), en aquellos tiempos, lo que ahora son dunas era mar, la fortificación estaba rodeada de agua.

Gracias a las dunas se han conservado.

 


La Rábita Califal

Cerca del recinto amurallado encontramos un monasterio formado por un complejo de celdas-oratorio separadas por calles o espacios abiertos, en donde una comunidad de musulmanes dedicaba su vida al retiro espiritual.

Podemos ver un conjunto de grafitos sobre las paredes de alguna celda, producto de las visitas de peregrinos al monasterio. 












Cabezo pequeño de estaño


 datado de entre el 780 y 650 a.C. ,con 2800 años de antigüedad, llegaron los primero navegantes y comerciantes de la historia de la Humanidad.

Un horno metalúrgico, viviendas y casamatas (dependencias situadas entre los dos muros de la muralla donde se almacenaban cereales) estos restos determinan su importancia y el hecho de que exportaban joyas a todo el Mediterráneo.  

Castillo

Es una ciudadela de origen árabe, construida en el siglo XII aunque habitado en épocas más antiguas (Edad de Hierro).

Pero como lo vemos hoy, fue obra del rey Alfonso X el Sabio, que diferenció entre la fortaleza y la ciudadela, que incluía edificios como el Ayuntamiento o la Plaza Mayor.

          Acontecieron varios terremotos entre 1823 y 1829, el último afectó mucho al castillo.

         Pero se han esforzado por cuidar y mantener este enclave de preciosas vistas, muy recomendables           los amaneceres.